La Puerta propicia un Pensamiento y ofrece una Formación donde la forma es determinante e inseparable del contenido.
Basado en el paradigma de acción-investigación, brinda las condiciones de posibilidad para realizar una experiencia propia en el seno de una comunidad de trabajo conceptual.
El objetivo general es la elaboración de una disposición a pensar más allá del conocimiento tecno-científico, en una praxis grupal e institucional de producción de saber.
LABORATORIO DE PENSAMIENTO
PRÁCTICA DE FORMACIÓN CLINICA EN PSICOSIS
TALLER DE PENSAMIENTO
A diferencia de un Curso, que apunta a la trasmisión literal de un conocimiento establecido, y de un Taller, que propone atravesar una experiencia, el Laboratorio de Pensamiento de LA PUERTA tiene por objetivo desarrollar, a partir de ciertos textos, una praxis de interpretación con efectos desalienantes-deconstructivos.
Toda lectura de texto es una praxis, es decir, una articulación real, precisa y efectiva entre el contenido y la forma, entre el enunciado y el acto de enunciación, entre lo simbólico y lo real, praxis que expresa y determina una disposición existencial de vida.
El Laboratorio de Pensamiento abre una experiencia diferente a la académica: es una praxis que a través de una interpretación opera un cambio en el punto de vista del lector y, mediante ello, transforma su disposición real de vida.
Cuando se habla de interpretación por lo general se entiende o bien establecer el correcto significado literal del contenido de un texto o bien aventurar su sentido alegórico, con mayor o menor arbitrariedad. La interpretación que establecemos en el Laboratorio, en cambio, aunque se ajusta perfectamente a la letra del texto no por ello es literal ni alegórica, y verifica su justeza en la experiencia de cambio del punto de vista con una transformación efectiva de la posición existencial encarnada en cada uno.
La Práctica de Formación en La Puerta, a diferencia de la formación académica, ofrece un tipo de transmisión donde la forma de transmisión es determinante e inseparable del contenido que se transmite.
Basado en el paradigma de acción-investigación, brinda las condiciones de posibilidad para realizar una experiencia propia, en el seno de una comunidad que aborda la condición psicótica.
El objetivo general es la elaboración, por parte del grupo de practicantes, de lo que llamamos la posición terapéutica, el vínculo terapéutico y la intervención terapéutica. Basado en su experiencia propia, la tarea de cada practicante está centrada en analizar y elaborar su propia disposición terapéutica.
Es, a la vez, una experiencia y praxis grupal e institucional, con el objetivo de transmitir una manera de trabajar en equipo.
Para la Práctica de Formación cada practicante concurre una tarde por semana al Centro de Día donde trabaja con los usuarixs junto al equipo profesional; además tiene una supervisión grupal semanal. La práctica se desarrolla durante 6 meses con opción a renovarla por otro lapso igual. Al finalizarla se otorga certificado y puede continuar la formación en el Equipo de Acompañamiento Terapéutico de La Puerta.
La humanidad puede hacer lo que quiera. ¿Puede querer lo que hace?
La Pandemia puso en evidencia la profunda crisis civilizatoria de la actual sociedad fundada en el dominio técnico. Una civilización que, desde la naturaleza hasta lo humano, trata todo como cosa, como cosas destinadas a dominar y explotar; una civilización que sabíamos iba a chocar, pues desde hace tiempo viene generando el desequilibrio ambiental que padecemos y la imbecilidad consumista como destino humano.
El ideal de progreso infinito, tanto material como espiritual, quedó cuestionado; incluso el mismo ideal humanista antropocéntrico está interpelado.
A pesar de ello, hoy presenciamos un nuevo relanzamiento de la tecno-civilización planetaria. De occidente a oriente, de derecha a izquierda, desde el centro a la periferia, tanto en lo político, como en lo social y en lo personal, todos se afanan por arreglar un mundo roto por el dominio técnico por medio de más dominio técnico.
Presentimos que todo esto debe resolverse políticamente; pero también presentimos que la política, tal como la practicamos hasta ahora, no solo quedó cuestionada, sino que dentro de sus límites estos asuntos más que irresolubles son impensables.
El pensamiento tampoco escapa a la crisis. Hegemonizado por el pensar técnico, no hace más que morderse la cola dentro del círculo del pensamiento pensado, obstinado en producir pensamientos verdaderos, sin alcanzar nunca la posibilidad de fecundar un pensamiento pensante, es decir, un verdadero pensar.
El Taller de Pensamiento Covid 19 se propone la difícil tarea de sondear el profundo abismo que la Pandemia nos da a pensar. No se trata de opinar, tampoco de imaginar posibles soluciones tecno-políticas; se trata de interrogar la oculta pre-disposición que nos desvitaliza y nos condujo al desastre que enfrentamos.
El Taller de Pensamiento es coordinado por Héctor Fenoglio, Ramiro Miguel y Vanesa Huerin; funciona todos los sábados de 11.30 a 13hs por zoom.
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